
SAL DE MISIÓN
Está dirigida a jóvenes católicos, entre 18-30 años, que gozan de buena salud física y mental y deseen dar un año de su vida para servir a los más necesitados, de acuerdo con el espíritu propio de la Asociación y, de esta manera, vivir una experiencia del encuentro radical con Cristo.
El tiempo recomendado es de 14 meses, pudiendo prolongarse hasta un máximo de 2 años.
La duración y fecha de partida la define el voluntario con sus formadores, al momento del compromiso.
Generalmente la misión se desarrolla en otro país, pero también es posible vivir una misión en una de las casas de Perú.
Es elegido en función de varios criterios: el perfil del voluntario, las necesidades de las casas de misión, la fecha de partida, la duración de la misión, idiomas hablados, etc.
La jornada transcurre entre los quehaceres de la casa (lavar, cocinar, limpiar, ir de compras, etc.), la vida de oración, la acogida y las visitas a los vecinos del barrio, que se realizan generalmente por la tarde.
En la semana se visitan lugares de especial sufrimiento como casas hogares, hospitales, centros de detención, etc.
Se trata de entrar en la experiencia a través de encuentros de formación, tiempos de convivencia en las casas de Lima y un acompañamiento personalizado, propuestos durante el año previo a la partida.
FORMACION DE LOS FUTUROS VOLUNTARIOS
PRIMER CONTACTO | VEN Y VERÁS | COMPROMISO Y DESTINO | FORMACIÓN PREVIA |
Una entrevista para resolver dudas y conocerse mutuamente. | Una jornada para descubrir la misión junto a los voluntarios en una de nuestras casas de Lima. | El futuro voluntario se compromete formalmente y recibe el país de destino. | 3 fines de semana y una formación intensiva de 10 días, para discernir y formarse a la partida, profundizando los diferentes aspectos de la misión. |
Antes de salir a su país de misión, cada voluntario busca en su entorno padrinos económicos, que aporten una donación única o mensual.
La misión se subvenciona únicamente con donaciones privadas, recibidas por nuestra Asociación en Perú, que se hace cargo de todos los gastos en el lugar de misión.
El voluntario, por su parte, se compromete a enviar cada 2 meses una carta circular a sus padrinos.
Un monto promedio y asequible es propuesto para cubrir los pasajes de ida y vuelta del voluntario, que son adquiridos por la Asociación. Es el voluntario que busca financiar este aporte.
La asociación te propone una cobertura médica internacional así que no necesitas contratar ningún seguro.
Partir con una buena base del idioma que se habla en el país de misión, forma parte del compromiso. Se requiere empezar a estudiarlo desde que se toma conocimiento del país de destino.
Un asesoramiento sobre temas relativos a la visa, las condiciones sanitarias del país de destino, etc. es asegurado por nuestra asociación peruana en lazo con la asociación que acoge.
Adrián, de Francia, misión en La Ensenada
"Cuando visitaba a la abuela R. y a su marido V., me vino a la mente una pregunta: ¿qué he venido a encontrar aquí? Así, mi mirada se posó en esta pareja de cincuenta años de vida en común. Viven en condiciones insalubres y la abuela R. está postrada en su cama desde hace más de veinte años. Lo que más me conmueve es su marido, que la contempla con el mismo asombro que cuando se conocieron. A primera vista la abuela no es bella, está casi ciega... Sin embargo, es objeto de la admiración de su marido.
¡Qué paradoja! ¡Qué belleza! ¿No es acaso esta actitud de constante asombro a la que estoy llamado aquí? Contemplación de la belleza de la abuela como de tantos otros amigos del barrio.

